La Luna en nuestra Carta Astral representa nuestro yo sensible, nuestras emociones, nuestros deseos inconscientes y como esa parte nuestra se relaciona con el mundo que nos rodea.
La Luna ocupa un lugar fundamental en la Carta Astral, os
describimos qué funciones ocupa tanto en hombres como mujeres.
Cuando estudiamos la Carta de una mujer, hablamos de su
forma de ser femenina, de la sensibilidad de una madre, de los cuidados de una
esposa, de la devoción de una amante. En la carta de un hombre, vemos su manera
de considerar a la mujer y cómo le ha influido la relación la relación con su
madre.
La Luna, junto con el Sol y el Ascendente, es uno de los
puntos más importantes de la Carta Astral:
❊ El Sol es la
energía que nos mueve, la conciencia, la voluntad;
❋ El Ascendente nos
muestra cómo nos presentamos ante los demás, que idea tienen de nosotros al
conocernos;
❋ La Luna es lo que
nos motiva, lo que sentimos aun sin entender por qué, lo que necesitamos para
sentirnos alimentados y reconfortados…
Una Luna con aspectos benéficos consigue que el individuo se
sienta bien y que encuentre su lugar en el mundo que le rodea, afirmándose en
él. Si la Luna no se halla tan bien aspectada, sentirá que tiene que justificar
su existencia con lo que hace y no, simplemente, por ser quien es.
También tiene que ver la Luna con nuestro hogar de la
infancia, con nuestra primera familia y, generalmente, cuando se halla sometida
por tensiones con otros planetas. Suele producir en el sujeto, ya adulto, un
deseo profundo de querer alejarse del pasado y de dicha familia, buscando
libertad emocional y un nuevo comienzo. Estas personas suelen huir de
compromisos y responsabilidades y tener problemas con cualquier tipo de
relación íntima o personal.
En cualquier caso, la acción de la Luna suele ser
inconsciente y tiene que ver con las ideas que adquirimos de la vida a edad
temprana, con las actitudes que aprendemos de niños sin darnos cuenta y que
asimilamos como normales e inmutables, con las creencias que heredamos de
nuestros padres.
Para captar su influencia hemos de recurrir a los
sentimientos y emociones generadas antes las diversas situaciones de nuestra
vida, de las cuales no salemos saber el origen. La posición y aspectos de la
Luna nos ayudarán a conocer, pues, la parte más oculta del sujeto, lo que lo
mueve a actuar.
Así, por ejemplo, alguien con Luna en Sagitario en el
momento de su nacimiento, necesita en su vida emotiva libertad y autonomía, y
sentir que tiene vida propia a pesar de tener pareja o familia. Sagitario está
regido por Júpiter, y éste es el planeta de la expansión, el optimismo, la
apertura al mundo y sus tesoros…
Los individuos con esta posición buscan, más que alguien con
quien establecer un vínculo emocional profundo, ese compañero o compañera con
quien compartirlo todo, pero siempre manteniendo cada uno su espacio. Pueden
agobiarse si son centro de atenciones, pues necesitan libertad de movimiento y,
sobre todo, de pensamiento.
La Luna rige el signo de Cáncer y tarda unos 27 días en dar
la vuelta al Zodiaco. Su paso por cada casa astral es rápido, y por ello es
importante conocer la hora de nacimiento, para así conocer su ubicación exacta
en nuestra Carta Natal.
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