Este solsticio de verano, Litha para los germanos, Alban
Heruin para los celtas, entra el dia 21 de junio, cuando además el Sol entra en
Cancer, durante muchos siglos fue una fiesta de mucha importancia para el
paganismo y los pueblos antiguos, que después la iglesia tomó, como con tantas
otras y rebautizó con San Juan Bautista, o lo que conocemos como la Noche de
San Juan, la Noche del Fuego.
La luna llena del Sol Fuerte o Luna de la Miel, que además
es la noche en la que la Luna está más cerca de la Tierra que nunca, es una
luna enorme la que veremos, por el perigeo, una conjunción de alineación de los
astros y sus orbitas que hace que este lo más cerca posible nuestro planeta,
que celebramos también esta noche, así que una noche mágica, o mejor dicho, para
mí, la más mágica del año.
En el solsticio de verano, los celtas festejaban el máximo
esplendor del Sol, y a su vez decrecía el poder del Invierno, empezaba la
maduración y los casamientos de las parejas, se bendecían hombres, animales y
campos de cultivo, todo ello entorno al elemento maestro esa noche, el fuego,
representado por grandes hogueras que prendían esa noche.
Esta noche se abren "puertas" que nos acercan a
otros mundos, como son el de las Hadas y los seres féericos, que durante esta
noche, son más fáciles de percibir y se les puede honrar para que honren tu
hogar, tu jardín...
Según algunos autores, esta noche se abre un gran portal, representado por "Juan", nombre que deriva de Jano,
el Dios de los Portales, así como en el del Solsticio de Invierno, las fuerzas
fluyen del hombre hacia el cosmos y la tendencia es la espiritualidad, que rige
durante media año, que estamos ya acabando, en este que nos ocupa hoy, la
puerta cósmica se abre del cosmos hacia el hombre, señalando medio año de materialización.
El fuego y las hogueras son un símbolo de purificación, pero
también de fertilidad y es algo que también se honra esta festividad. Las
plantas, flores, con un gran poder esta noche, así como sus elementales que las
cuidan y protegen, nos siguen conectando al culto a la Madre Tierra, a lo
femenino, y acordarnos, de que también se trabaja esta noche con el agua como
poder femenino.
Otra de las costumbres, que además le dio el apelativo a
esta noche de "verbena", era la costumbre practicada de algunos lares
de que las doncellas en edad de casarse, fueran a recoger verbena esa noche a
las doce de la noche, así conseguiría el amor deseado.
Además como esta noche
es tan mágica y todo en la Tierra vibra en esa sintonía, todos los elementos
recogidos se tornan, muy poderosos, de ahí el recolectar hierbas, que viene
dado, porque esa noche los druidas recogían el muérdago que crecían en lo alto
de los robles, una planta muy mágica, que además crecía en los robles, arboles
muy apreciados por ellos, y , eran recogidos mediante un ritual, donde se
cortaban con hoces de oro, y se recogían con sabanas de tela blanca, para que
no tocaran el suelo.
SOLSTICIO DE VERANO LITHA
La noche más mágica del año y este con más simbolismo que
nunca. La celebración del Solsticio de verano es tan antigua como la
humanidad. La fiesta pagana se llamaba
Litha, que significa fuego, y es una metáfora para representar el poder del Sol
en toda su plenitud. Posteriormente dio paso a San Juan. Un momento de
purificación, donde se solía saltar sobre la hoguera o el caldero para
conseguir un objetivo, protección, fertilidad, salud, etc., o se quemaban
símbolos de aquello de lo cual uno deseaba purificarse.
La tradición dice que Litha es un tiempo especial para las
hadas y espíritus de la Naturaleza porque durante el crepúsculo es más fácil
percibir los niveles etéricos de la realidad (“las puertas entre los mundos se
abren” en lenguaje simbólico). Y es LA NOCHE DEL MUNDO VEGETAL por excelencia,
cuando las plantas consiguen sus mejores propiedades curativas y mágicas.
“El solsticio de verano es una combinación de alegres
celebraciones y la toma de conciencia de que la rueda ha alcanzado su punto
álgido y ahora se encamina de nuevo hacia la oscuridad. Es hora de reunir a los
seres queridos y celebrar en comunidad”
De acuerdo al antiguo calendario pagano que sigue la Rueda
del Año con los Sabaats, fiestas solares, el verano comienza en Beltane (1 de
mayo) y termina en Lugnasah (1 de agosto). El solsticio de verano marca
entonces su punto máximo.
Litha significa Fuego y representa el apogeo de la energía
que desde Imbolc (1 de febrero) venimos preparando; el fin de la oscuridad, de
la esterilidad, y el comienzo de la época más fértil, donde todo se renueva. Es
la abundancia, la belleza de la tierra y el poder de la Luz.
La celebración de Litha es normalmente el 21 de Junio, pero
varía entre el 20 y el 23 dependiendo de la rotación de la tierra alrededor del
sol.
La palabra Litha significa Fuego y es una metáfora para
representar el poder del Sol en toda su plenitud.
En tiempos ancestrales se le daba la bienvenida al verano y
a Litha con grandes celebraciones que destacaban por exceso de comida y bebida,
pero posteriormente el poder eclesiástico eclipsó esta fiesta pagana con el Día
de San Juan del 24 de junio.
La tradición dice que Litha es un tiempo especial para las
hadas y espíritus de la Naturaleza porque durante el crepúsculo es más fácil
percibir los niveles etéricos de la realidad (“las puertas entre los mundos se
abren” en lenguaje simbólico).
Litha puede ser un buen momento para mirar internamente a
las semillas que hemos plantado los meses previos y para retomar los proyectos
que se han dejado pendientes.
Si el invierno es la estación del recogimiento, el verano
que comienza hoy es una época de apertura, expansión, de huertos en todo su
esplendor y de amistad.
En medicina tradicional china, el verano corresponde con el
elemento fuego y el corazón, órgano de alegría y la risa.
Los días más largos y la temperatura cálida hacen del verano
la época ideal para salir al exterior y gozar de la Naturaleza. Es un buen
momento para:
· Estar más tiempo
fuera de casa
· Descalzarnos y
tocar tierra, arena o césped
· Abrazar un
árbol
· Quedar más con
los amigos
· Asistir a fiestas, conciertos, actividades
lúdicas como Soleilua
· Reconciliarnos
con nuestro cuerpo que ha estado “en letargo” en invierno y regalarle/practicar
alguna técnica corporal: masajes, reflexología, shiatsu,…
· Aprovechar los
rayos del sol con prudencia, siguiendo nuestro instinto o con la técnica del
Sun Gazing de Hira Rata Manek
· Hacer comidas
más ligeras aumentando las ensaladas, frutas y sopas frías como gazpachos
· A la vez que
usamos menos ropa y nos aligeramos por fuera, reflexionar sobre cómo aligerar y
simplificar también nuestra vida: DESAPEGARNOS
· Tener en
cuenta que estamos en una pre-crisis económica y en un cambio de paradigma y
meditar sobre nuestro papel en el mundo, nuestra verdadera vocación y sobre lo
que podemos ofrecer a los demás.
El día en que empieza el verano nos recuerda que es tiempo
de vivir pero vivir con más conciencia.
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